Este encantador rincón del Valle de Paravachasca ofrece tranquilidad y lugares donde se detiene el tiempo. Es ideal para disfrutar de la naturaleza y la gastronomía local.
José de la Quintana es un pequeño pueblo en el Valle de Paravachasca que se destaca por su encanto serrano y su rica historia. Este lugar ofrece un ambiente tranquilo, ideal para quienes buscan alejarse del ritmo acelerado de las grandes ciudades.
Las edificaciones en José de la Quintana, muchas de ellas construidas desde 1900, contrastan con las viviendas más modernas. Aquí podemos disfrutar de las aguas cristalinas del río Los Molinos y de casonas antiguas que hoy son almacenes de ramos generales. La antigua estación de tren, ahora convertida en una cooperativa de electricidad, conserva su galería, evocando tiempos pasados.
El dique Boca del Río, una reserva natural cercana, se presenta como un destino ideal para disfrutar en familia. Actualmente, no se cobra estacionamiento, y los visitantes pueden practicar deportes náuticos en embarcaciones sin motor.
En los viejos almacenes de campo, pueden tomar un café al paso por $3.800 o comprar una docena de empanadas por $7.000.
En la zona, hay una variedad de alojamientos, incluyendo cabañas. En este lugar se destaca un emprendimiento único en la provincia, diseñado especialmente para "moteros". Uvhe, el propietario, comentó que “la idea era poner una cabañita, pero vimos el movimiento de los moteros, que es bastante especial”. Su alojamiento ofrece un ambiente familiar y atención personalizada, donde los huéspedes pueden disfrutar de comidas caseras y un espacio cómodo para descansar.
“Vienen motos de todo el país, desde Ushuaia hasta Córdoba”, relató Uvhe, quien ha creado un espacio donde los moteros pueden relajarse en contacto con la naturaleza. La ruta hacia este encantador destino es accesible, tomando la autovía 5 y enlazando con la nueva autovía hacia Calamuchita.